BoletínUNAM Barnices del desierto mexicano pueden ser análogos para búsqueda de vida en Marte
• Tienen altas concentraciones de manganeso y en todos se han encontrado microorganismos: Pável Ulianov Martínez Pabello
Siguiendo los pasos de su maestro, el reconocido astrobiólogo Rafael Navarro González, Pável Ulianov Martínez Pabello, investigador posdoctoral del Instituto de Geología de la UNAM, analiza a fondo estos recubrimientos que están formados por 70 por ciento de arcilla y 30 por ciento de óxidos de hierro y manganeso, y “crecen” de una a 40 micras cada mil años.
El también académico de la Facultad de Ciencias de la UNAM ha estudiado desde hace tres años los barnices en desiertos de Chihuahua, Sonora y Nuevo León, los cuales son revisados aplicando las técnicas analíticas utilizadas actualmente por los robots en el Planeta Rojo, para buscar ciertas señales de posible vida.
Los microorganismos, añadió, son extremófilos, pues son capaces de fijar manganeso y de incorporarlo a su metabolismo, es decir, pueden sobrevivir en condiciones áridas, de radiación alta y con temperaturas extremas como el Desierto de Sonora, que alcanza hasta 50 grados en el día, pero su temperatura es bajo cero por la noche.
Martínez Pabello fue el último alumno que Rafael Navarro González doctoró. Durante sus estudios de licenciatura y maestría replicó experimentos biológicos de la misión Vikingo de la NASA y en el doctorado simuló descargas eléctricas en torbellinos de arena para ver la formación de compuestos oxidantes de percloratos y nitratos. Hoy en día, aplica lo aprendido pero enfocado en los barnices como análogos de Marte.