Análisis | ¿Qué queda del concepto de Crimen de Estado si eliminamos las filias y fobias políticas desatadas a partir del Informe de la Covaj sobre el asesinato y desaparición de los 43 normalistas? | Por Rosa Albina Garavito Elías
Por otra parte, me parece un acierto de la Covaj haber adoptado esa definición, aunque ciertamente no guarda el rigor de los conceptos jurídicos, sino que se ubica en el pantanoso terreno de la ideología y la política. Aunque, atención, no por intangibles éstas son menos reales.
La historia de la humanidad está llena de Crímenes de Estado. Sólo para recordar algunos: el holocausto, el genocidio de armenios por Turquía, la matanza de Ruanda. La historia de México también: los asesinatos, persecuciones, encarcelamientos y torturas cometidos contra movimientos de campesinos, obreros, maestros, médicos, estudiantes , contra la guerrilla rural y urbana durante la llamada Guerra Sucia, contra pueblos indígenas.
Asimismo me llama la atención que quienes critican el uso del término Crimen de Estado no hagan lo mismo con la adopción de “verdad histórica” cuando el carácter de ambos es igualmente ideológico y político. Esta verdad es el ideal de un proceso penal que debe concluir en la verdad legal. Como esta verdad no se logró en la investigación anterior, entonces se propagandizó con la histórica.