La medición de la cultura organizacional permite detectar oportunidades de cambio y mejora.
La captación de talento siempre ha sido un reto para las organizaciones y cada día se suman nuevas variables a esta “guerra por las y los mejores”. En la actualidad, la cultura organizacional se ha convertido en un factor determinante para las nuevas generaciones a la hora de elegir un trabajo. Los jóvenes desean formar parte de empresas donde se sientan valorados, se identifiquen con sus principios y tengan oportunidades de crecimiento.
Una cultura empresarial sólida tiene un impacto directo en el negocio. Los colaboradores que disfrutan de su entorno laboral son más productivos y eficientes, se ausentan menos y suelen tener menos conflictos laborales, generando mayores rendimientos y menores costos. , destaca que este es uno de los principales desafíos para las empresas, no solo atraer, sino también retener el talento
De hecho, el 90 por ciento de los empleados que trabajan en compañías con una cultura organizacional sólida confían en el liderazgo de la empresa, según los datos de Deloitte.