Los integrantes de Unidad por Coyomeapan responsabilizaron a la diputada federal petista, Araceli Celestino Rosas y a su hermano David, de la emboscada en la que murieron los tres pobladores y resultaron heridos de bala otras ocho personas.
Congregados frente a la presidencia municipal, donde no han permitido que ingrese el edil Rodolfo García, esposo de Araceli Celestino, los pobladores cantaron el himno nacional en náhuatl y gritaron consignas en las que pidieron justicia y solución al conflicto que ya lleva más de 11 meses. Además, advirtieron que seguirán en pie de lucha.
El 10 de mayo, Araceli Celestino dio una rueda de prensa en la que aseguró que las personas que murieron y resultaron heridas en los hechos del 9 de mayo “no se trata de buenas personas” y formaban parte de una organización delincuencial “peligrosa”, que tenían en su contra denuncias y carpetas de investigación abiertas.
Desde el 15 de octubre, los pobladores de Coyomeapan no han permitido el ingreso a la cabecera municipal del alcalde García, expulsaron a los policías y han exigido el nombramiento de un Concejo Municipal plural, sin embargo, pese a la situación de ingobernabilidad que prevalece en ese lugar, el Congreso del Estado no ha intervenido.
La diputada federal por ese distrito, Inés Parra, denunció ante Alejandro Encinas, Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, las constantes amenazas y ataques que habían sufrido la población de esa localidad por grupos armados, presuntamente contratados por los Celestino.