Verdura podrida, entregas esporádicas y galletas a punto de caducar... durante la pandemia y con escuelas cerradas, Sinaloa, San Luis Potosí y Veracruz compraron miles de desayunos para estudiantes sin prever un plan de distribución.
En tanto en San Luis Potosí, se desperdiciaron más productos: 6 mil 500 kilogramos de harina caduca y 13 mil litros de leche, a días de descomponerse, terminaron en un almacén del DIF estatal ubicado en Periférico Norte número 5015, según consta en un acta de entrega-recepción firmada por la encargada municipal del programa de desayunos escolares obtenida por este medio vía transparencia.
En 2020, el primer año de la pandemia, 2.8 millones de bricks de leche de 250 ml. caducaron almacenados en la planta Metropolitana Sur de Liconsa, en Valle de Chalco, según registró la Auditoría Superior de la Federación en la auditoría de cumplimiento forense 330-DE.
En total, durante los dos años de pandemia, el gobierno de Veracruz adquirió 209.8 millones unidades de estos productos como parte del programa que debía beneficiar a estudiantes de educación básica, prioritariamente de zonas marginadas, de acuerdo con las Reglas de Operación publicadas en la Gaceta Oficial del Estado.paquetes de desayunos escolares
“Había cosas que de plano ya no servían. Luego la carne que nos mandaban en sobre ya veía abierta y eso hacía que se apestara. Obviamente eso sí se tenía que desechar completamente”. “La encargada del DIF me llamó y me dijo que urgía que los papás fueran a recoger porque ya estaban por llegar más despensas y ya no tenían lugar donde acomodarlas y que también ya estaban por caducar las que tenían”.
Aunque también hubo escuelas donde las entregas fueron en tiempo y forma, ni siquiera la autoridad supo si la totalidad de productos llegaron a las manos de los alumnos, como habitualmente ocurría con las escuelas abiertas.