La alta inflación y una recuperación económica desigual están castigando la popularidad de Bolsonaro, que está detrás del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva en la carrera presidencial
Foto. Los recortes de impuestos probablemente costarán más de 110 mil millones de reales en ingresos fiscales brasileños este año, como parte del intento del presidente Jair Bolsonaro aliviar la inflación y estimular la economía en un año electoral, pese a las advertencias de economistas.
Sin embargo, más de la mitad de los nuevos incentivos expiran a finales de año, lo que lleva a los analistas a advertir de las presiones inflacionarias que se avecinan a principios de 2023.“Vamos a tener este dilema el próximo año: o tendremos una inflación más alta de lo previsto o tendremos una perspectiva fiscal peor de la prevista para mantener las exenciones fiscales”, dijo el ex secretario de Hacienda Jeferson Bittencourt, ahora economista de ASA Investments.
El impuesto IPI de Brasil se aplica a las industrias que fabrican e importan productos manufacturados, como frigoríficos, coches, aparatos de aire acondicionado y televisores.