Opinión | 'Las tonalidades-atonalidades, señas minimalistas, deleite y reposos oscilantes de Joaquín Gutiérrez Heras zumbaron en mis oídos durante toda la semana', escribe barocarl
; remate de contrastante expresividad con el: violín, clarinete, violonchelo y piano para ejecutar una composición de diapasones repetitivos de sereno que rematan en gamas de imaginativas inflexiones armónicas . Para muchos, una de las obras más personales, representativas y elevadas de Gutiérrez Heras.. Despliegue formal dedesde textura polifónica modal y contrapunto .
Lucidez orquestal transparente donde todo se conjuga en pos de proporcionado enunciado sonoro. Tres movimientos , quizás con ciertas señas de Moncayo, pero en bordados impresionistas de ágiles trazas en armonías tonales donde nada es superfluo. Destaca el piano en clústeres solícitos y puntuales. Contrapunteo de acusadas sugerencias visuales y Adagio de hermoso motivo melódico. Expresivo Allegro marziale.