La guerra en Ucrania tuvo un papel prominente en la noche inaugural de la 75ª edición del Festival de Cine de Cannes y no se ha alejado de los reflectores desde entonces.
Cannes, una especie de Juegos Olímpicos del cine, optó por vetar a delegados rusos y a los rusos vinculados al Kremlin. En años anteriores los yates de los oligarcas rusos eran una presencia regular en la costa de Cannes.
El Festival de Cine de Cannes nació de la guerra. El estallido de la Segunda Guerra Mundial obligó a que se pospusiera el festival inaugural en 1939. Inicialmente Cannes se pensó como un contrapeso al Festival de Cine de Venecia, que había caído bajo la influencia de Mussolini y Hitler. Una mujer irrumpió en la alfombra roja y se quitó la ropa para revelar la bandera ucraniana pintada en su torso, así como sangre pintada en su cuerpo y el mensaje “Dejen de violarnos”. El miércoles los cineastas de la película ucraniana,de Maksym Nakonechny, planeaban desfilar por las escalares del Teatro Debussy haciendo sonar sirenas aéreas.
“Soy un anarquista”, dijo Harrelson a reporteros. “Soy ese tipo de persona que considera abominable cuando una superpotencia con todo su poder militar y sin provocación, ataca a un país”.Three Thousand Years of Longing, Otras películas estaban más directamente conectadas con la guerra. El cineasta lituano Mantas Kvedaravicius fue asesinado en Ucrania el mes pasado. Su prometida Hanna Bilobrova se llevó las imágenes que filmó en Ucrania y con la ayuda de editores montó el documental. Al presentar la película Bilobrova lloró mientras agradecía al público por honrar la memoria de Kvedaravicius.