Opinión | Jaime García Chávez (jgarciachavez) 'PRD: herencias y legados' El PRD fue una respuesta que postuló la revolución democrática, luego del fraude descomunal que le robó la Presidencia al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.
En un segundo aspecto subrayo que su registro como partido era patrimonio del Partido Comunista Mexicano, que devino en Partido Socialista Unificado de México, para concluir como Partido Mexicano Socialista. El PCM, al legalizarse, fue una herencia de muchos años de lucha para abrir el sistema de dominación electoral del estado, con todo y su corporativismo, vertebrado a través del PRI, las centrales obreras y campesinas.
Más allá de disensos con ese partido, se le incorporó a los procesos electorales, para jugar un papel de compromiso firme hacia la izquierda, rol que se autoasumió. A la distancia puede verse cómo todo esto cambió, porque lo que fue ya no es. Se entró en una fase que empezó a tolerar la obsequiosidad con la corrupción política, de la etapa de Peña Nieto, con el que se pactó toda una política que condujo al fracaso. Pero no sólo eso.
Tengo la percepción de que al PRD se le dejó morir de la forma más miserable, y que hoy es indigno que lo usufructúen quienes son ingratos y desleales a la vieja herencia, en particular a los comunistas y demócratas, y que por eso están moralmente obligados a la restitución de ese patrimonio para que pase a buenas manos.