Las prioridades del presupuesto para el 2024 son similares a las de este año: los ingresos crecerán poco y se registrará un mayor déficit y nivel de endeudamiento. | Romina Román
Directivos de casas de análisis de Grupos Financieros coinciden en que el paquete económico parece que se habría diseñado para ganar las elecciones y hacer frente a las realidades fiscales: aumentar del gasto en los programas sociales emblemáticos, consolidar la visión política sobre sectores estratégicos y la conclusión de proyectos de infraestructura insignia del actual sexenio.
Por lo pronto, entre los factores de riesgo que se vislumbran para las finanzas públicas destacan: que se materialice una recesión en Estados Unidos que debilite la expansión económica y losdel gobierno federal, así como presiones al gasto por los programas sociales, sobrecostos de obras insignia y más apoyos a paraestatales.
También ven con preocupación la posibilidad –más lejana– de que se relaje la disciplina fiscal ante el ciclo político-electoral y que el descenso de la inflación –y las tasas de interés– sea menor al esperado.