En una historia típica de la Guerra Fría, la Unión Soviética no solo llevó un cañón automático al espacio, sino que también logró dispararlo. Esta es su historia.
. La misma formaba parte del programa homónimo, que consistía de una serie de laboratorios de investigación científica tripulados.
Lo que sí se ha mencionado es que, como el cañón se ubicaba en el frente de la estación espacial, era necesario cambiar su altitud por completo para poder apuntar hacia un determinado objetivo. No obstante, nunca se planeó dispararlo con la tripulación dentro de la Salyut 3, ya que existía gran preocupación por la vibración que se podría generar por el accionar del arma, máxime si ello podía comprometer la estructura en órbita.
Algunos reportes afirman que solo se efectuó un disparo, mientras que también se dice que se liberaron tres ráfagas diferentes. La cantidad de balas también se ha discutido, con reportes de que solo se utilizaron algunas y otros de que se vació el cargador.