La gran historia de superación de Darwin Núñez que está a nada de llevarlo al Liverpool,
Darwin era un chiquilín que correteaba por las calles de El Pirata cuando tomó contacto con el fútbol grande. Una tarde del año 2013, en una perdida canchita de su Artigas natal, apareció el Chueco José Perdomo. El histórico hombre de Peñarol se paró a un costado a mirar el partido que jugaban Artigas contra Bella Unión.
A los pocos días el chico de 14 años se despidió de su madre Silvia Ribeiro y del viejo Bibiano Núñez. En la terminal de ómnibus de Artigas, con los ojos llenos de lágrimas, cargó con el beso y el abrazo de sus padres en la mochila.Peñarol pero, curiosamente, después de los primeros entrenamientos no quedó“No sé qué pasó pero no quedé. Me volví para Artigas.
Y en pleno juego, lo inesperado: saltó en procura de una pelota y cuando cayó se dobló la rodilla. Los estudios revelaron quePasó un año y medio sin pisar la cancha“Fue un momento complicado donde quería dejar el fútbol. Me iba a laburar a Artigas, no me quedaba otra. Tenía que arrancar para las ocho horas”
Pocos meses después fue seleccionado para la Sub 20 que jugó el Sudamericano de 2019 y el Mundial de Polonia. Y por si fuera poco, lo llevaron a los Juegos Panamericanos. Definitivamente se había recibido como jugador de Selección.El 27 de agosto de 2019 se confirmó su transferencia al Almería de España“Nosotros tenemos una casa en Artigas pero cuando nos vinimos a Montevideo se fue abajo. Por suerte les voy a poder comprar una casa a mis padres.